jueves, 30 de octubre de 2008

NATALIA (28-10-2008)





"Probablemente -como dicen hoy los psicólogos- gritaba de horror por haber sido expulsada del lugar materno, por terror al recuerdo del estrecho túnel que había tenido que atravesar, por miedo a un mundo en donde todo es insólito, hasta el hecho de respirar y de percibir confusamente algo que es la luz de una mañana de verano. Tal vez hubiera experimentado ya unas salidas y entradas análogas, situadas en otra parte del tiempo; confusos retazos de recuerdos, abolidos en el adulto, ni más ni menos que los de la gestación y el nacimiento, flotaban quizá bajo aquel cráneo pequeño aún no suturado. No sabemos nada sobre todo esto: las puertas de la vida y de la muerte son opacas y se cierran pronto y bien para siempre."

MARGUERITE YOURCENAR: Recordatorios.

domingo, 26 de octubre de 2008

PALENCIA II


“Palencia era clara y abierta. Por cualquier parte tenía la entrada franca y alegre y se partía como una hogaza de pan. La calle mayor tenía soportales de piedra blanca y le daba el sol. Las torres también eran blancas, bajas y fuertes y, el río, maduro y caudaloso. Al otro lado del río estaba la vega poblada de viñas, hortalizas y árboles de frutas; surcada de canales. Por los canales iban las barcazas llevadas por mulas que tiraban de maromas desde la orilla y resbalaban con sus cascos en el fango. El agua de los canales tomaba, con el poniente, un color lánguido y fecundo de azul blanquecino con reflejos verdes o rojos.”

RAFAEL SÁNCHEZ FERLOSIO: Industrias y andanzas de Alfanhuí.


lunes, 20 de octubre de 2008

EL HOGAR QUE PUDO SER


A N. V. DE G. S.

“El insondable mar, y las lágrimas, y el tiempo,
las hazañas de los héroes y los crímenes de reyes
nos separan; y el río de los acontecimientos
durante eternidad de años hacia este y oeste
ha mecido nuestras cunas con más fuerza. Me resultas
extranjera, como cuando los marinos al amanecer
divisan una tierra a lo lejos sin saber cuál es.
Así me acerco vacilante; así navego
en torno a tu islote misterioso, y contemplo
rompientes y grandes montañas y bajíos fluviales
imponentes,
y oigo desde la orilla voces que llaman de tierra adentro.
Extraño es el corazón del marino; espera, teme;
se aproxima y se distancia de esa costa;
por fin repara su velamen desgarrado, y hacia el piélago
enfila su destrozada proa, retirándose inquieto.
Sin embargo, al irse, piensa sobre el timón
en aquella isla brillante; allí donde temió tocar,
vuelve su espíritu a aventurarse; y durante muchos años,
allí donde dormita junto a su mujer, a salvo en casa,
pensamientos de esa tierra le vuelven a visitar;
ve que las montañas eternas le hacen señas, y se despierta
con el anhelo de aquel lejano hogar que pudo ser.”

ROBERT LOUIS STEVENSON


jueves, 16 de octubre de 2008

BRUJAS VII


"Porque en todas las fachadas y a lo largo de las calles, ese gris cambia de tono hasta lo infinito: las unas están estucadas con un verde pálido, mientras que otras aparecen con unos ladrillos desteñidos, con sus junturas blancas; pero a su lado hay ladrillos negros, carboncillo severo, como aguafuertes quemados, cuyas tintas ensombrecen y atemperan los colores cercanos demasiado claros; y, en conjunto, lo que predomina es un gris, que flota y se propaga a lo largo de los muros alineados como los muelles. El tañido de las campanas también creeríase que es más bien negro; pues esparcido, fundido en el espacio, llega en un rumor igualmente gris que se desliza, estremece y ondula sobre el agua de los canales."

GEORGES RODENBACH: Brujas, la Muerta.




lunes, 13 de octubre de 2008

BRUJAS VI: CAFÉ VLISSINGHE


"Mientras escribo se han consumido los últimos troncos de la chimenea en el viejo café Vlissinghe y los retratos de mis poetas simbolistas se han vuelto turbios. Todo ha regresado a la oscuridad sagrada y primitiva en este reino despótico del silencio. Las jóvenes que me rodeaban se han convertido en viejas damas y, maquilladas con su color de tierra, se han perdido en las porcelanas que decoran el café."

MAURICIO WIESENTHAL: El esnobismo de las golondrinas.



viernes, 10 de octubre de 2008

BRUJAS V: HOSPITAL DE SAN JUAN


"Jardines interiores orlados de boje, salas de enfermos, lejanas todas, en las que se habla en voz baja. Algunas religiosas pasan, ahuyentando apenas un poco de silencio, como los cisnes de los canales desplazan apenas un poco del agua que surcan. Flota en el ambiente un olor de ropa blanca húmeda, de cofias que se han deslustrado con la lluvia, de paños de altar recién salidos de viejos armarios."

GEORGES RODENBACH: Brujas, la Muerta.


FERNAND KHNOPFF: Reflejo

"No hay que creer que la palabra sirva jamás para las verdaderas comunicaciones entre los seres. Los labios o la lengua pueden representar al alma del mismo modo que una cifra o un número de orden representa una pintura de Memling, por ejemplo; pero desde el momento que tenemos verdaderamente algo que decirnos, nos vemos obligados a callar; y si en esos momentos, resistimos a las órdenes invisibles y apremiantes del silencio, hemos hecho una pérdida eterna que los más grandes tesoros de la sabiduría humana no podrán reparar, porque habremos perdido la ocasión de escuchar otra alma y de dar un instante de existencia a la nuestra; y hay muchas vidas en que tales ocasiones no se presentan dos veces..."

MAURICE MAETERLINCK: El silencio


FERNAND KHNOPFF: Silencio.


martes, 7 de octubre de 2008

DAMME


"Los árboles crecen inclinados en el camino de Zeebrugge a Brujas, porque el viento dominante sopla siempre desde el mar. Sería capaz de llegar a Brujas, a ciegas, preguntando sólo hacia qué punto del horizonte se inclinan los troncos. Hago memoria y veo dibujarse el camino en una tabla antigua, amarilla y desnuda. Veo las flores malvas junto al dique, las dunas de las playas, las altas torres de las iglesias. Recuerdo bien los nombres de aquellos pueblos campesinos que parecen dormidos, misteriosos y casi vegetales, en la llanura flamenca: Termuyden, Ostkerke, Lissewe, Lisseweghe y, finalmente, Damme."

MAURICIO WIESENTHAL: El esnobismo de las golondrinas.





jueves, 2 de octubre de 2008

GANTE


"Pero llueve, llueve, llueve. ¿Quién dijo que en Flandes ya se había puesto el sol? Marquina hablaba de memoria. En Flandes no sólo no se ha puesto el sol. Es que jamás ha salido, al menos estando yo allí. Son mil años de lluvia, de nubes que se desgarran en los piñones dorados de los tejados y se condensan en las góticas aspilleras. Dentro de las casas ha habido monjes miniando códices, maestros esculpiendo tallas, pintores sacando nácar a los rostros de la Virgen, dibujando burgueses felices entre bodegones a la luz de los candelabros."

MANUEL VICENT: Viajes, fábulas y otras travesías.