martes, 31 de mayo de 2011

PEDRAZA VIII




“El vagabundo piensa que Pedraza es un pueblo vagabundo también, un pueblo al que enloquecieron las noches al raso y el camino sin fin.”

CAMILO JOSÉ CELA: Judíos, moros y cristianos.

lunes, 30 de mayo de 2011

PEDRAZA VII




“Pedraza está a poca distancia de Segovia. El tiempo la ha ido alejando de la vida, abandonándola sobre un cerro, a cierta distancia de la carretera. Al borde de ésta, en la llanura, ha ido surgiendo un nuevo pueblo, Velilla de Pedraza, que recoge para sí la actividad local. Cuando llegaba a La Velilla era ya de noche, y de Pedraza sólo pude distinguir, allá lejos, en la cima, bajo el límpido y frío fulgor estelar, una muralla dentada a manera de pétreo fantasma. Eso es hoy Pedraza: un sueño de piedra, de piedra que se derrumba a solas, cara al cielo segoviano.”

LUIS CERNUDA: Soledades de España. Con el museo del pueblo

sábado, 28 de mayo de 2011

PEDRAZA VI




“Las viejas casas hidalgas –escudos de armas en la fachada con sus emblemas y divisas; gárgolas de piedra que figuran ángeles y dragones– se aprietan en las callejas como piezas de un museo abandonado. Recuerdo mi asombro al contemplar la variedad de columnas de la plaza porticada. No hay dos iguales: una tiene como remate un chapitel corintio salvado de un antiguo templo dedicado a Diana; otras, las más modernas, son del Renacimiento; algunas, cuya antigüedad se pierde en los orígenes del país, proceden de un monumento ibérico hoy desaparecido. El pueblo tiene dos tabernas y un horno de asar. El pueblo tiene un palacio del duque de Frías, una torre mozárabe y tres iglesias románicas. Una de ellas con parroquia, retablo, cura, campanario y campana. El pueblo tiene un castillo, con foso, torre del homenaje y defensas almenadas. El pueblo tiene seis calles, dos olmas centenarias, diez cuadras, cuarenta vecinos, una escuela y tres veredas que le llegan del Norte, del Este y del Sur. El pueblo es viejo, noble, pobre, altivo, silencioso, irregular y solitario. El pueblo es la más bella ruina de Castilla la Vieja.”

TORCUATO LUCA DE TENA: Pepa Niebla.

miércoles, 25 de mayo de 2011

PEDRAZA V




“Pedraza es lo que dice su nombre; una roca inmensa, toda ella encastillada, con lo que su fortaleza es albarda sobre albarda. La roca y los muros son calizos, de un blanquecino oxidado. Apenas un mirador indiscreto y alguna ventana heterodoxa desvirtúan la impresión de integridad medieval del conjunto. La subida es de cuesta o puertecillo, para entrar por un túnel de una puerta torreada, íntegra, que decora su bóveda blanqueada con una graciosa orla de añil. Dentro no hay una casa que pueda fecharse más acá del siglo XVII y las más de ellas son anteriores. Las ruinas abren mellas en las calles. Muchas casonas nobles y las más de las casas populares se ven abandonadas. La impresión de soledad llega a ser impresionante. La plaza es una de las más perfectas y auténticamente hermosas de la región: un ángulo entero de soportales sobre pilastras esbeltas, de madera alguna y de piedra con capitel las más, y sobre ellas las fachadas abiertas en solana o galería. El tercer paño lo ocupan fachadas envejecidas y nobles. La iglesia queda al fondo, un poco retraída y como escapando hacia el castillo. Las pilastras con muesca o canalejo para acoplar el cierre de tablas indican que la de toros fue fiesta frecuente en la Pedraza de otros tiempos. Las tiendas pobres, las tabernas, el figón, abren portales con frescura de cueva.”

DIONISIO RIDRUEJO: Castilla la Vieja.

domingo, 22 de mayo de 2011

PEDRAZA IV




"Entramos en la villa –ya no ciudad- por un portón de sus murallas arruinadas; entramos en la soledad silenciosa y al silencio solitario de ese pedernoso aguilar vacío que agoniza sin estertores. Esas ciudades y villas tenían puertas comunales, eran casas del común, de cerrar y abrir; Sepúlveda la casa, Pedraza la casa. Fuera la tierra llana, pues ¿quién pone puertas al campo? Y dentro casonas, con sus señoriales puertas privadas, de sillería blasonada con escudos, balcones de férrea rejería. De una de esas casonas, desde detrás de una vidriera, corrieron una cortinilla los dedos ahuesados de una anciana que nos atisbó. La blancura de su cabellera nos dijo de toda una vida. Esas casas ex señoriales que han vivido acaso más que quienes las habitaron se me aparecen ya como caracolas marinas que guardan ecos, ya dormidos, de generaciones pasadas, ya como ostras madreperlas que crían opacas perlas humanas nacaradas, a que empedernió la malenconía del tiempo encerrado en el hogar solariego."

MIGUEL DE UNAMUNO: Paisajes del alma.

jueves, 19 de mayo de 2011

PEDRAZA III




"Ya en el pueblo son delicia de los ojos aquellas casas vetustas, vestigios romanos, huellas románicas, góticos recuerdos, ventanales abiertos en los ángulos de los edificios, piedras moldeadas por el Renacimiento, solares hidalgos, panerones y alhóndigas con su aspecto de casas fuertes, sus hierros forjados a brazo, balaustres y saledizos interesantes, escudos que hablan de rancias empresas afortunadas."

EUGENIO NOEL: España nervio a nervio.

lunes, 16 de mayo de 2011

PEDRAZA II


“Mis preferencias merecieron la siguiente respuesta del pintor:
–Aunque soy vasco, y vasco patriota, le confieso que nunca trabajo con más gusto que cuando vivo en Segovia, pues nunca dejo de encontrar tipos raros y magníficos como modelos. Aquí, en este rincón vasco, la vida me resulta demasiado fácil y confortable. Para sentir la pulsación fuerte de mi espíritu necesito ir a mi castillo de Pedraza, no lejos de Sepúlveda, en la provincia de Segovia."



"En las ruinas de ese viejo castillo, situado encima de un cerro, tengo un estudio desde cuyas ventanas puedo contemplar una gran extensión del paisaje y cielo castellanos. Cuando estoy allí llevo una vida ascética, me siento muy lejos del mundo moderno y puedo gozar de la existencia sin tiempo que vive el castellano tradicional. Porque aunque yo haya nacido en Éibar y sienta el espíritu vasco, no acepto el sacrificio de mi arte universal en aras de ningún regionalismo.”

WALTER STARKIE: Aventuras de un irlandés en España.

viernes, 13 de mayo de 2011

PEDRAZA I


“Sobre ello, hace unos días almorzando en Pedraza, pueblo de la provincia de Segovia, hablaba con Andrés Trapiello, al amparo de un figón castellano. Transcurría azorinianamente lento el tiempo y, desde la ventana, una luz cenicienta penetraba dentro de las cosas. Al exterior, las calles y las casas semejaban un relato de las «Novelas ejemplares». Un poco más allá, se extendía la gran plaza del pueblo, sin nadie, sin un paseante, sin un niño jugando a la pelota. Pensamos los dos en una frase de Cervantes puesta al final del emocionante y conocido prólogo del Persiles: «A Dios gracias; a Dios donayres; a Dios, regocijados amigos, que yo me voy muriendo, y deseando veros presto contentos en la otra vida».

Ya en el campo, la tarde caía lentamente sobre los cerros pardos y ondulantes. Dejábamos atrás la vetustez de los muros de Pedraza, como uno de los pueblos olvidados del progreso material, unos de los innumerables que conservando su belleza salen tristemente desde las páginas de Cervantes.”

JOAN PERUCHO: La puerta cerrada.


© José María Alguersuari (UPIFC)
Joan Perucho. Barcelona, 2003


Entrada publicada el 16 de Abril del 2009

martes, 10 de mayo de 2011

SEPÚLVEDA IV


“En las horas calcinadas por el sol, Sepúlveda parece una ciudad muerta. La única vida que se percibe es la de las campanas de la iglesia, que resuenan suavemente por el valle. Durante la siesta, aquellas campanas parecen bostezar al cielo con la lengua fuera, sedientas de viento fresco. En la parte superior del pueblo muchas de las puertas de las casas ostentan blasones, y de vez en cuando una cimitarra o un turbante en el escudo de armas nos recuerda a los moros. Todas las calles y callejuelas convergen en la Plaza Mayor, que asemeja un magnífico teatro al aire libre tallado en la montaña. Como es el único lugar llano de todo el pueblo, está siempre lleno de gente a la hora del paseo. Y en ella se celebran lo mismo una corrida de toros que un baile popular, un mitin político que una feria.”

WALTER STARKIE: Aventuras de un irlandés en España

domingo, 8 de mayo de 2011

SEPÚLVEDA III


“Sepúlveda, mirada desde donde se la mire, tiene un aire vetusto y noble, guerrero y medieval, con algo de Toledo, desde lejos: quizás su situación; algo de Cuenca, desde cerca: es posible que sus casas subiendo la pina ladera como cabras; y algo de Santillana del Mar desde dentro: quién sabe si su profusión heráldica.”

CAMILO JOSÉ CELA: Judíos, moros y cristianos.

jueves, 5 de mayo de 2011

SEPÚLVEDA II


“A la izquierda se desarrolla parte de las casas de la ciudad, casas tan airosamente colgadas sobre el abismo que por el lado en que las abordábamos tenían hasta cinco pisos, mientras que sólo contaban dos por el lado opuesto. A la derecha, en fin, en una explanada del terreno, avanzando frente al talud de la curva norte del Duratón, no lejos de la puerta llamada «de la Fuerza», gallardeaba la joya románica de Santa María, acerca de la cual el canónigo Horcajo y Monte, hijo de Sepúlveda, tiene escrito un discutido libro.”

MARIO ROSO DE LUNA: Del árbol de las Hespérides.

martes, 3 de mayo de 2011

SEPÚLVEDA I


“Para empezar está el espectáculo sorprendente de su aparición en un foso del páramo y a caballo sobre el serrijón intermedio que erosionan y alegran con verdores insólitos el Duratón y el Caslilla. Las hoces de esos ríos riegan, en efecto, unos huertecillos entre paredes altas, rugosas, perforadas, a los lados de Sepúlveda. No faltan fantasías. Donde el serrijón acaba y los ríos se juntan, un altozano imita la forma de una silla de montar. El caserío cubre y oculta su jumento calcáreo y desde lo alto del páramo se le ve de una vez, reunido en el espacio que aún limitan en parte sus viejas murallas, hermoso en su vetustez abigarrada, todo en un mismo color de ocre rosa empolvado.”

DIONISIO RIDRUEJO: Castilla la Vieja.