martes, 20 de septiembre de 2011

SANTIAGO DE GOBIENDES











“Desde Colunga a Caravia la carretera general va por la costa, proporcionando al viajero el placer de contemplar un paisaje en el que se mezclan los verdes brillantes y húmedos de la costa, con el azul plateado del mar, teniendo siempre al fondo las montañas que forman las estribaciones de la Cordillera Cantábrica. Asturias se va estrechando por esta zona, de modo que parece que el mar y las montañas quieren abrazarse. Los valles son más angostos. A cada kilómetro que se avanza se encuentra menos espacio de tierra llana. Como si un cataclismo hubiese precipitado sobre la costa a las tierras altas y éstas se hubieran detenido, replegándose sobre sí mismas, arrugándose, encogiéndose, para no precipitarse en el mar. Prepárese el viajero para contemplar, en breve, los más bellos y sobrecogedores paisajes de montaña, sin apenas perder de vista el mar, a ese Cantábrico turbulento que, fingiendo remansarse en las tranquilas conchas de sus playas, bate con furia los acantilados.

Si el viajero se desvía de la carretera general por la comarcal que, arrancando de su derecha, conduce al mirador de El Fito, encontrará en su camino al tercero de los monumentos prerrománicos que jalonan esta ruta: Santiago de Gobiendes, situado en la falda del monte Sueve, disfrutando un paisaje de una gran belleza.

La basílica de Gobiendes data del siglo IX o principios del X. Ya en el año 921 figura como donada a San Salvador de Oviedo por el rey Ordoño II. Consta de tres naves, bastante ancha la central y muy estrechas las laterales, separadas entre sí por cuatro arcos semicirculares de ladrillo. Sus columnas y capiteles están decorados con hojas de acanto y el sogueado típico de estos monumentos. Las naves están cubiertas por techo de madera, y la cabecera del templo, con la capilla central y las dos laterales, cubiertas con bóvedas de cañón. Se conservan en ellas fragmentos y capiteles de las arquerías murales con que estuvo decorada, al modo de la basílica de Santullano. La capilla mayor fue reformada posteriormente, ampliándola, pero en ella se conserva el primitivo ventanal que suele abrirse en estos templos sobre la cámara alta. En cuanto al pórtico, también reformado, conserva aún los dos recintos laterales, separados del central por arcos de ladrillo de medio punto. La iglesia estuvo decorada con pinturas murales, de las que aún quedan vestigios suficientes para poder asegurarlo.”


DOLORES MEDIO: Asturias.

3 comentarios:

DIARIOS DE RAYUELA dijo...

Bienvenido, de nuevo, a esta tierra. En ese pueblecito de Gobiendes, con la playa de la Isla en frente y el Sueve, colosal, a las espaldas, más de una vez ha soñado uno procurarse un pequeño refugio. A ver si se logra algún día.
Un abrazo fuerte desde la proximidad.

Amparo dijo...

Ni idea tenía de este sitio; muy preciso tu reportaje. Me gusta la sensación de abandono de esas paredes sin yeso.

rubén dijo...

No es mal sitio para un refugio. Abrazos.