jueves, 29 de noviembre de 2012

VALENCIA IV


“Algunas veces entraba en el Almudín para ver el dinosaurio y alguna momia: el polvillo en suspensión que doraba aquel recinto olía a ceniza húmeda; en cambio la puerta de la catedral a veces dejaba salir un canto de canónigos envuelto en un aroma de incienso y cera que llenaba toda la plaza de la Almoina. Por los ventanales de la planta baja del palacio arzobispal veía una gran sala repleta de curas que escribían a máquina y su tableteo me acompañaba en el cerebro hasta la calle de la Paz donde solía pararme a ver las trufas de la pastelería La Rosa de Jericó.”

MANUEL VICENT: Tranvía a la Malvarrosa.

lunes, 26 de noviembre de 2012

VALENCIA III


"El panorama que se ve desde ella es impresionante, más aún para los hijos del norte, tierra de niebla y medialuz; el cielo brillante por sí solo resulta suficiente maravilla y podría decirse un vislumbre de la gloria celestial, una atmósfera de luz dorada que solo Murillo sabría pintar al elevar a su Santísima Virgen al Paraíso. Y el aire es también tan claro y seco que los objetos distantes parecen muy cercanos."

RICHARD FORD: Manual para viajeros por España y lectores en casa.

viernes, 23 de noviembre de 2012

VALENCIA II


“Los escalones de la Lonja; entrevé las finas, esbeltas y retorcidas columnas. La bolsa está desierta, los corredores tienen otras cosas en qué ocuparse y los sindicatos han intervenido las cosechas. Las droguerías abiertas huelen a color fresco. La gente se apretuja alrededor de los puestos de confitura. Avellanas, cacahuetes… Todos los días, cuando pasa por el mercado, frente a aquella droguería, se acuerda de Arroz y Tartana; por lo menos durante la primavera y el verano. Se le borra al llegar a la calle de San Fernando.”

MAX AUB: Campo abierto.

martes, 20 de noviembre de 2012

VALENCIA I


“¿Qué es viejo, qué es nuevo? Al pensar en el Cid pienso en su Cantar, y al pensar en su Cantar, he entrado en Valencia buscando una librería, pensando (ya que soy incrédulo) que, naturalmente, nunca lo encontraré.”

CEES NOOTEBOOM: El desvío a Santiago.

jueves, 15 de noviembre de 2012

LIBRERÍA RELIEVE


¿Irme con el río?
¿Quedar con el aire?
(Las ondas, qué calmas.
Las nubes, qué ágiles.)



¿Dormir con el río?
¿Soñar con el aire?
(Las ondas, qué olvidos.
Las nubes, qué imágenes.)



Quedarme en el río.
Fundirme en el aire.
Ser la onda que fulge,
la nube que arde.



Ir, en la ignorancia
del río y del aire,
como nube y onda
que salva la tarde.

FRANCISCO PINO: Paso
 (Vuela pluma, 1957)

viernes, 9 de noviembre de 2012

SEGÓBRIGA


La colina de hierbas, bajo el cielo,
su claridad dardea sobre el campo
de Celtiberia. Las ocultas calles
yacen bajo las piedras, las monedas
de plata, las vasijas, sometidos
hombres de seca tierra y extranjeros
imperiales su polvo duermen. Cabras
bajan triscando el espinazo duro
de esta roca elevada. No hay aldea
que los ojos vislumbren, desde arriba
sólo se ven las alas de los pájaros.



Fortaleza de la Victoria: mientes,
¿Te acuerdas tú, Segóbriga, te acuerdas?
Dejando los ganados a tus puertas
fingió terror huyendo. Tu alborozo
se tornó, por la noche, débil llanto.
Te perdió la codicia, fue un ardid
noble del enemigo, lo nombraste
Jefe. Vencía en las batallas, dicen
que poblaba los montes de trofeos.



Te vencieron de nuevo, cuántas veces
las armas poderosas, y fue el tiempo
quien te apartó por siempre de los aires.
Tu descanso es perfecto, ya cumpliste
la estación del fracaso, y esplendores
antiguos muestran las laderas. Piedras
blancas vuelven al aire, mas sin voz
reposan. Es el círculo del circo
cueva del sol, y apasionado sueño
los rotos graderíos del teatro.



Sin sosiego la carne ve los muros
deshechos de las termas, los arquillos
sin vestiduras. Los sentidos saben
que era la charla amable, y era el tacto
ruborosa aventura, cerco dócil
la mirada de un torso. Juveniles
anhelos que se fueron con los días
y en mí reviven hoy, con el tumulto
de quien se sabe vivo ante la muerte.

FRANCISCO BRINES:
La piedra del navazo
(Palabras en la oscuridad)

lunes, 5 de noviembre de 2012

BASÍLICA DE CABEZA DE GRIEGO

“La destrucción lenta continuó a lo largo del siglo XIX, y es a los comienzos del nuestro, en 1905, cuando Allende Salazar, luego de visitar el monumento, aduce un importante testimonio sobre su progresiva desintegración. Dice el ilustre historiador de arte que cuando Cornide estudió Cabeza de Griego «puede decirse que apenas le faltaba a tal templo más que la techumbre; apreciábase perfectamente la disposición de sus tres naves, conservándose todas las basas (algunas han llegado hasta nuestros días) y trozos de las columnas que las formaban, casi todo el muro exterior y las puertas, entre ellas un importantísimo arco de herradura.»”

JUAN ANTONIO GAYA NUÑO: La arquitectura española en sus monumentos desaparecidos.