lunes, 29 de abril de 2013

SESIMBRA III


“El puerto de Sesimbra, algunas leguas al oeste, se halla más animado de bañistas y de curiosos a causa de su faro, de su rada orientada a pleno mediodía y de sus barcas con alta proa que ostenta pintado un ancho ojo abierto.”

SUZANNE CHANTAL Y JOSÉ DOS SANTOS: Portugal.


domingo, 21 de abril de 2013

SESIMBRA II



“… miré a mi prima como, llegada de Luanda, miré Sesimbra, los peñascos que exprimían el pueblo, la casita junto a la playa, los mueblecitos de mimbre, el olor a tripas de pescado, las volutas de niebla que subían de las olas, y Raquel en voz muy baja

–¿Ves?”

ANTÓNIO LOBO ANTUNES: La muerte de Carlos Gardel.

viernes, 19 de abril de 2013

SESIMBRA I


“El valle que desde Santana desciende hacia Sesimbra va mostrando el mar. Se abre en ancha boca hacia el verde marino y hacia el cielo azul, pero esconde la villa vieja en el resguardo que forma el monte del castillo. El viajero dobla la última curva y aparece dentro de Sesimbra. Por muchas veces que allá vuelva, siempre tendrá la misma impresión de descubrimiento, de encuentro nuevo.”

JOSÉ SARAMAGO: Viaje a Portugal.

lunes, 15 de abril de 2013

SERRA DA ARRÁBIDA



“Después perdemos de vista O Portinho y seguimos –sin encontrar alma viviente ni carruaje– carretera adelante, volteando y descendiendo suavemente a media pendiente, viendo surgir cabo tras cabo, punta tras punta, en un despliegue escenográfico maravilloso de proporciones, de formas, de boscaje, de color y de luz. De pronto, colgado de un amplio repliegue de la sierra, encarado a Poniente –es decir, inundado de sol a esta hora– se nos aparece una especie de convento, o mosteiro, de una blancura que deslumbra y todo rodeado de cipreses, negros, como musgoso terciopelo. Es graciosísimo, parece un nido en el bosque y se denomina el convento novo do Bom Jesús. Arrancan de allí, diseminados por la espesa oscuridad, como palomitos extraviados, seis o siete ermitaños, pequeños, también de una blancura lechosa y dispersos. Parecen moverse a intervalos regulares, subiendo siempre, hasta llegar al convento velho, donde está la capilla votiva coronada por una cupulita de ladrillo barnizado, con reflejos verdosos, azules y amatista. Dicen que todo el lugar está lleno de fuentes y regatones que bajan del pico de la sierra O Formosinho, a casi 500 metros de altura. Es un paraje como hay pocos. Nuestro Ramón Llull se habría encontrado aquí como en su casa.”

GAZIEL: Portugal lejano.



lunes, 8 de abril de 2013

SETÚBAL III

“Setúbal é, como naturalmente sabem, uma cidade pequena, na margem do Sado, vivendo magramente de banhistas e fábricas de sardinha. Tem quatro velhas parroquias, de roda de cujas igrejas se enroscam vielas nauseabundas, dos conventos ou três, sem maior inportancia archeologica –excepçao feita ao de Iesus– e como obras modernas, uma extensa avenida marginal sem terraplenos de cais ocultando a imundície da praia coberta de dejectos, alguns desmazelados jardins impasseáveis, e uma estátua a Bocage, vestida de criado d 'ópera, defronte dum portal gótico, e ao pé dum chafariz seco.”

FIALHO D’ALMEIDA: Os gatos.

sábado, 6 de abril de 2013

SETÚBAL II

“La iglesia de Jesús, con su monasterio al lado, es considerado el más bello monumento de la ciudad. Tal vez prometa por fuera lo que no ofrece por dentro: la fachada, simple y armoniosa, no deja prever las artificiosas columnas torsas que sustentan las bóvedas artesonadas. No es la primera vez que el viajero encuentra este tipo de columnas, y siempre las ha apreciado pacíficamente, llegando incluso a aplaudirlas. Aquí debe de haberle sorprendido lo inesperado del efecto. Hasta el punto de que, habiendo salido de la iglesia, a ella volvió para ver si la impresión se repetía. Se repitió. El viajero encuentra que en la relación de la altura y de la sección, y también en la implantación, hay algo que no fue resuelto. Dejadlo quedar con su duda.”

JOSÉ SARAMAGO: Viaje a Portugal.

miércoles, 3 de abril de 2013

SETÚBAL I

“Setúbal tiene un magnífico paseo de mar, llamado Avenida Luisa Todi, en recuerdo de una cantante famosa, hija también del pueblo, y toda ella es clara, limpia, encalmada, casi desierta, en esta hora media de la tarde, con algunos pescadores adormilados sobre los bancos de madera del paseo marítimo. Al amparo del puerto pescador, repleto de barcas quietas y de la Lonja del pescado, ahora hay tan sólo un enjambre de gatitos que juegan mientras esperan, seguramente, la caída de la tarde y el regreso de las embarcaciones que están en el mar. Por doquier casas rosadas, verdes de manzana tierna, amarillas de miel espesa, blancas de trago de leche, o moradas de caja de pasas. Mucho azulejo, reluciente también, por las fachadas; mucha limpieza, una quietud profunda. Por el interior de la ciudad suenan campanadas perezosas, pesadas, que se arrastran, como si les costara emprender el vuelo. Toda la ciudad y todos los alrededores, por el aire, están llenos de palomas que dan vueltas lentamente, como si nadasen por el cielo, sobre las tupidas palmeras y enormes eucaliptos que perfuman la hora tardía con su perfume balsámico y medicinal.”

GAZIEL: Portugal lejano.