jueves, 31 de julio de 2014

CHAVES II


"El viajero ha comido ya y va a dar una vuelta por el lugar. Visita la parroquia, que tiene la singularidad de dos pórticos a pocos palmos de distancia entre sí, uno románico, el de la torre campanera, otro renacentista, el de la fachada, y de pensamiento alaba a quien para construir el segundo pensó que debía preservar el primero."


"El viajero no va a todos los castillos que ve. Algunas veces se contenta con verlos desde fuera, pero le irrita siempre el dar con uno cerrado. Siempre le parece que los cerrados son los mejores y se queda con esa obstinación frustrada hasta que el buen sentido lo convence de que sólo le parecen los mejores por estar cerrados. Son flaquezas que se disculpan. Pero la torre del homenaje, que en lo alto de la ciudad se levanta, tiene, además, un aspecto impenetrable, con aquellos lisos lienzos de muro, aún más frustrantes. Paciencia."

JOSÉ SARAMAGO: Viaje a Portugal.

martes, 29 de julio de 2014

CHAVES I


"El viajero lo va viendo, mientras se aproxima a ella, contemplando las iglesias y las casas que se levantan en torno al puente. Son casas grandes, de piedra, con escudos y fachadas blasonadas y miradores y galerías que se amontonan y casi empujan para poder contemplar el río. Aunque no todas tienen que hacerlo. En lo alto del montículo, sobre el contraluz del cielo, las torres de las murallas y de las viejas iglesias se bastan por sí solas para reflejarse en él sin tener que abrirse paso y empujarse como aquéllas."

JULIO LLAMAZARES: Tras-os-Montes.

domingo, 20 de julio de 2014

OUTEIRO SECO


"Antes de entrar en Chaves, el viajero va a Outeiro Seco, unos tres kilómetros al norte. Allí, a la entrada de la población, está la iglesia de Nossa Senhora de Azinheira, pieza románica del siglo XIII, célebre, en muchas leguas a la redonda, no tanto por sus merecimientos arquitectónicos, o tal vez algo por eso, pero sobre todo por escogerla para matrimonios y bautizos las clases altas de la región. Van hasta allí desde Vila Real, desde Guimarães, y hasta de Porto. Por la noche, cuando las piedras pueden hablar sin testigos, debe de haber grandes conversas entre ellas, quién estaba, quién se casó o quién salió bautizado, cómo iba vestida la novia, y si la madre de ella lloraba con la conmoción natural de las madres que ven salir a las hijas de su regazo, hoy mucho menos protector que antiguamente."


"Estaba el viajero en este su filosofar barato, y oía distraído el resto de las explicaciones que le daba la mujer de la llave, desencantada de su casa doscientos metros más allá, cuando de la parte de atrás de la iglesia se levantó un alto llanto, de mujer también, un gemido lacerante, como si de sí mismo se quejase. El viajero se estremeció, y jura que se estremecieron en las paredes las figuras de los frescos. Miró sorprendido a la mujer de la llave, y más sorprendido aún quedó al verla con una sonrisa de burla nada propia de aquel lugar y situación. <<¿Qué es esto?>>, preguntó. Y la mujer de la llave respondió: <<¡Ah! No es nada. Es una mujer a quien se le murió la hija y viene todos los días a llorar al cementerio. Una exagerada. Y cuando ve a alguien cerca, es cuando grita más>>."

JOSÉ SARAMAGO: Viaje a Portugal

miércoles, 16 de julio de 2014

CAPELA DE GRANJINHA


"Granjinha, Chaves, 7 de Septiembre de 1986. Una capillita visigótica en ruinas, perdida entre el follaje, con un original pórtico adornado con figuras antropomórficas que son verdaderos desafíos en piedra a la imaginación. En el tejado, una airosa cruz agujereada que parece querer levantar vuelo. Y dentro, detrás del tosco altar de madera tallada que durante siglos la ha escondido, la más bonita ara romana que se pueda ver. Así son las cosas. Nuestro genio creador, por mucho que se exceda, termina siempre en esto: en un punzante testimonio de que lo único que le reserva el futuro a todo tipo de obras es la incomprensión y el abandono."

MIGUEL TORGA: Diario (1932-1987)